Digitalización de patrimonio con Colorchecker SG

Aprovechando un pequeño proyecto de fotografía de arte rupestre, gracias a Iñigo de gestiondecolor.es, he tenido la posibilidad de realizar unas pruebas con la Colorchecker SG frente a su progenitora la Colorchecker Classic de 24 parches en forma de Colorchecker Passport en el ámbito de la fotografía de bienes patrimoniales, en este caso unas pinturas rupestres en la localidad de Villar del Humo (Cuenca), un buen ejemplo para hablar sobre la representatividad de una carta de color.

La Colorchecker SG  ( Semi Gloss ), es una versión expandida de la conocida Colorchecker Classic, de hecho entre los parches de la mitad-centro de esta carta se encuentra el patrón de 24 parches del modelo clásico. A los 24 parches clásicos se han incorporado unos 116 nuevos parches, lo cual nos da una carta con unos 140 parches, aunque no únicos, ya que los parches perimetrales son una repetición del patrón blanco, gris medio y negro. La aportación de nuevos parches en escala de grises, piel y follaje la convierten en una herramienta de trabajo muy prometedora.

Aunque quizás uno de los aspectos más relevantes de esta carta sea su acabado semi-glossy o ligeramente brillante. Recordemos que este tipo de acabados aumentan la densidad visual y por tanto nos permiten conseguir gamuts muchos más amplios que usando parches de colores mates.

La amplitud del gamut ha sido considerada con frecuencia como medida de la calidad de una carta de color, si embargo poco se dice de la pertinencia de la paleta de colores de esta. Son escasos los trabajos entorno a esta problemática (Erin P. Murphy 2002) por lo que a menudo se usan cartas de color escasamente representativas de los motivos a fotografíar, y aunque los resultados pueden ser considerados estéticamente aceptables nos sitúan lejos de la realidad en trabajos relativos a la digitalización de bienes patrimoniales o de interés científico.

Estas tres versiones de la misma escena, con idéntica luz y proceso de perfilado, usando tres cartas de color de reputada calidad, nos arroja tres situaciones colorimetricas sensiblemente dispares. La validad de una u otra escena sólo es posible determinarla mediante el estudio del rendimiento de cada perfil de color ya que el criterio estético nunca puede ser una premisa en estos casos.

Una carta de color es representativa de nuestras escenas u objetos cuando no solo su paleta de color, sino que también el acabado de sus parches se encuentran próximos a nuestros motivos, de esta forma por una parte se evitan las interpolaciones hacia colores no representados en nuestra carta, y por otra se adecua la densidad visual de la imagen resultante a nuestra escena.

Las mediciones espectrales y sus consiguientes gráficos de distribución espectral de la energía, pueden ser indicativos de la pertinencia de nuestra carta respecto a nuestros motivos. En la imagen de la izquierda se puede observar una comparativa entre la distribución espectral de los parches rojos de una Colorchecker SG, una Passport y una SpyderCheckr, con el fin de representar que el parche rojo de la Passport, aún estando ciertamente lejos del espectro de nuestro motivo, nos ofrecerá una imagen relativamente más fiel que nuestra SG, teniendo aún esta un gamut mucho más amplio como se puede ver en la comparativa entre gamuts.

Como podemos observar en la composición de la izquierda, la sección de la imagen correspondiente al perfil de color realizado con la SG presenta una mayor densidad, quizás más contraste y en general podríamos decir que un valor estético aceptable. El perfil realizado con la Passport en contraposición por su ligera falta de contraste podríamos decir que visualmente no es tan atractiva.

Sin embargo la imagen caracterizada con la Colorchecker Passport se acerca más a la percepción que se tenía de la escena. Hay que prestar mucha atención cuando se digitalizan bienes o artefactos con un cierto interés patrimonial, no valorar nuestras escenas desde el punto de vista estético sino buscar la fidelidad a la escena, así como realizar revisiones de nuestros porcesos por calculos de deltas, etc...

Si acudimos a la evaluación por deltas, se puede observar que aunque los valores ofrecidos por la SG pueden entrar dentro de lo tolerable, con la caracterización realizada con la Passport es más precisa.

Colorchecker SG es una gran carta de color, sin embargo su aspecto glossy nos pues jugar malas pasadas en la gestión del color de nuestros proyectos. Quizás la SG pueda adaptarse muy bien a la fotografía de artefactos o incluso obras que presenten un cierto brillo en su superficie, como son la mayoría de plásticos y acabados con cierto tipo de tintas. Sin embargo hay que prestar atención cuando se trabaje con escenas u objetos con acabados mates ya que se puede comprometer la fiabilidad de la escena.