Ajustes de un Nikkor 50mm 1.8D AF

Recientemente he adquirido la conocida óptica Nikkor  50 mm AF 1.8D a un precio escandalosamente bueno, para su aparente buen estado de conservación. Aunque lo más sospechoso era que nadie en su sano juicio se desharía de esta fabulosa óptica!
Sucede que tras una pruebas, algunas tomas quedaban completamente sobrexpuestas. Un claro síntoma de que la cámara o no mide bien, no transmite bien la información a la óptica, o ésta no funciona correctamente, lo que era lo más probable.

Generalmente cuando una óptica sobrexpone radicalmente es porque el diafragma no  se está cerrando. Esto puede ser por dos motivos: en objetivos antiguos, a veces los limpian y lubrican; si el lubricante se derrama sobre las palas del diafragma, éstas en su máxima apertura tienden a quedar atrapadas por la viscosidad del lubricante. Obviamente éste no era el caso, pero se aproximaba.

Jugando con el gatillo que permite el control del diafragma observaba que cada varios gatillazos éste quedaba retenido, y era necesario un nuevo gatillazo para liberarse. A poco que me fijé observé una pequeña pletina que parece actuar de freno o tope del gatillo, es una pieza un poco rara, y creo que no muy habitual en las ópticas, semeja una solución a un problema de diseño de dicha óptica. Tras desmontarla se observar que su agujero es ovoide y no circular, por lo que está diseñada para poder ajustarse a determinadas distancias.

Por lo que la solución fue muy fácil; solo hay que aflojar ligeramente el tornillo que ajusta dicha pletina y empujarla todo lo que podamos hacia el gatillo del diafragma, para evitar que éste supere un cierto punto del recorrido y se quede atascado.