La limpieza del sensor en las cámaras reflex
Sábado, 16 de Abril de 2011 13:38
Quizás uno de los temas que más hilos ha desencadenado en los foros del gremio ha sido la limpieza de nuestro sensor. Una preocupación que surge en un momento u otro a todos los que estamos relacionados con la fotografía digital.
En realidad la limpieza del CCD es una tarea muy simple. Son los fabricantes de equipos y productores de supuestos kits de limpieza los que se empeñan en hacerla compleja y costosa.
Mi ritual de limpieza de sensores suele comenzar con una retirada del polvo y suciedad de la bayoneta, el espejo y su entorno. Esto es fundamental para evitar arrastrar esta suciedad sobre el sensor una vez que levantemos el espejo. Un simple pincel de pintor para la parte externa de la cámara y las bayonetas, y otro más suave y preciso para el entorno del espejo, es más que suficiente. Antes de usar cualquier utensilio con pelos hay que sacudirlo previamente para asegurarnos que ninguno de ellos está a punto de desprenderse.
El uso de “peras” para soplar aire es bastante peligroso, ya que la suciedad, a menudo más que retirarla se cambia de sitio, corriendo el riesgo de incrustarla en el resquicio más remoto de nuestros mecanismos.
Una vez levantado el espejo en modo limpieza es conveniente revisar el entorno de este para ver si hay algún tipo de partícula sospechosa de acabar sobre nuestro sensor.
Los sensores tienen una cierta carga electrostática, que los convierten en un imán para el polvo y pequeñas partículas esencialmente de naturaleza orgánica: trozos de goma de la amortiguación del espejo, polen, fibras, etc. Sería muy raro, por no decir imposible, encontrarse con una partícula de arena sobre el sensor, ya que esta difícilmente por si misma se podría adherir a nuestro CCD. Es más probable que nosotros arrastremos una partícula de este tipo usando unos bastoncillos sucios, que de forma espontánea fruto de un uso racional de nuestra cámara.
Una de las grandes discusiones sobre con qué limpiar el sensor, se centra en qué líquido usar. El 98% de los productos de limpieza comerciales son o contienen en su mayoría isopropanol, que tiene unas propiedades muy similares a las del alcohol común (etanol). Eso sí, cuenta con un punto de ebullición ligeramente más alto, lo que lo hace menos volátil y, por tanto, más enérgico ya que permanece más tiempo sobre una superficie que el etanol, por eso ha sido adoptado universalmente para la limpieza de lentes y sensores. Yo habitualmente uso isopropanol químicamente puro, se trata de un producto muy barato, y con unos resultados, a mi parecer mucho mejor que formulaciones comerciales de precio desorbitados. Simplemente hay que ser cuidadodos de usaar cantidades muy pequeñas y no contaminar el líquido. Lo mejor es trasbasar pequeñas cantidades a botes de colirio ! Convenientemente etiquetados ! los cuales poseen buenos dosificadores y cierres herméticos.
La idea de la limpieza con derivados del alcohol es debido a que no corremos riesgos de dañar los plásticos, y que finalmente, no hace falta un disolvente especialmente enérgico para retirar la suciedad de una lente o sensor. El objeto de nuestro agente de limpieza no es tanto despegar la suciedad del sensor, sino facilitar que esta se quede adherida a nuestro bastoncillo. Algunos cócteles de limpieza contienen algo de agua, o metanol, que tienen una naturaleza ligeramente más polar que los alcoholes citados anteriormente. Esto les confiere mejores cualidades para atrapar partículas orgánicas, a costa de reducir drásticamente la volatilidad, lo que hace más difícil retirar el sobrante.
Otro de los requisitos de nuestro agente de limpieza es que no deje residuos tras su evaporación. Lo cierto es que no dejar "aguas" o halos tras su evaporación es prácticamente imposible evitar. El truco es usar una cantidad ínfima de agente limpiador y usar un primer bastoncillo para retirar la suciedad. Mientras quedan residuos del agente limpiador sobre el CCD usar uno seco para retirar el sobrante de nuestro agente de limpieza. De esta forma en pocas pasadas tendremos nuestro sensor impecable. Desde que uso pequeñas cantidades de isopropanol puro, me resulta dificil dejar residuos.
Una herramienta que nos ayudará bastante, son los bastoncillos de microfibras en forma de espatula. Son caros, pero si los cuidamos pueden durar mucho tiempo. Estos bastoncillos o paletillas deben estar perfectamente aislados del entorno para evitar su contaminación con alguna partícula agresiva o la grasa de nuestros dedos. Personalmente acostumbro a tener unos para retirar la suciedad y otros para el aclarado. Al usar disolventes muy volátiles, en cuanto este se evapora, la suciedad depositada entre ellos se desprende fácilmente.
Tras la limpieza hay que hacer una foto de prueba, a una superficie neutra y uniforme; el cielo azul se ha convertido en un clásico de esta tarea.
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